LEEMOS JUNTOS
Experiencia de lectura 1:
Somos distintos, somos iguales
Para dar respuesta a esta pregunta, te invitamos a escribir una breve historia de amistad entre dos personas, una de tu región y otra de una región distinta del Perú (la que tú escojas). Puedes resaltar las características culturales que son distintas entre ellas o, si deseas, los aspectos culturales que tienen en común. ¡Empecemos!
Texto 2
“Décimas al panalivio”, de Octavio Santa Cruz. Fuente: “Selección poética y narrativa” (pp. 22-25), de Lima lee https://www.descubrelima.pe/wp-content/uploads/2021/02/Octavio-Santa-Cruz-Seleccion-poetica-y-narrativa-1.pdf
Décimas al panalivio
(En un supuesto contexto colonial)
El panalivio fue un canto
donde el negro denunciaba
las penas que le aquejaban,
miserias, angustias, llanto.
Para colmo de quebranto
su texto fue prohibido
lo llamaron subversivo
y su danza cadenciosa
por pecar de licenciosa
también quedó en el olvido.
Desde que llegué a esta tierra
recibí un trato brutal:
al castigo corporal
en las minas de la Sierra
se agregó la infame hierra
en los campos de algodón.
La mala alimentación,
el látigo y el tormento
pulieron mi entendimiento.
Y así me hice cimarrón.
Me llamo Lorenzo Mombo
—Yolofo de nacimiento—
líder del levantamiento
toda mi gente es del Congo.
A este vil trato me opongo
merecemos mejor suerte.
Yo no le temo a la muerte
ni a la tina de jabón.
Y sé que esta humillación
Solo la impone el más fuerte.
A los hijos que parí
les di como obligación
buscar su liberación
por lo mucho que sufrí.
Les enseñé qué aprendí:
¡jamás a confiar del rico !
A usté’ que es patrón le explico.
Me ha de recordar —supongo—
Yo señor, soy Rosa Congo.
Y a usté’ lo crié de chico.
De los negros de esta hacienda
«Julián grande» es el mejor.
No lo doblega el rigor,
jamás perdió una contienda.
Su nombre es una leyenda.
Desde hoy vive fugitivo:
es salteador de caminos,
en el norte, bandolero.
Prefiere arriesgar el cuero
que vivir siendo cautivo.
De este colonial maltrato
queda muy poca memoria,
hoy se alimenta la historia
de un pintoresco recato.
Hoy el blanco timorato
aplaude al negro en la peña
atrás cual luctuosa enseña
se quedó el pasado ingrato
y de los cruentos relatos de injusticia tan acerba
llamando a la insurrección
apenas queda este son
parecido a la habanera:
«... a la molina no voy más / porque echan azote sin cesar...».
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